“El diseño m`encanta oyes...”
Contents
1. Esta conjunci n alumbra un pande monium de cachivaches disparata dos que los gentleman contempor neos aceptaban como el no va m s del progreso Este siglo convulso tan rico en im genes de paisajes ex ticos veleros cargados de algod n y caravanas de colonos tuvo cronistas de muchas escue las y talantes Mientras Julio Verne nos muestra sus mundos futu ros conceptualmente evolucionados ideando ideas nuevas en esque mas nuevos el caballero victoriano opone la recombina ci n plegado amogollonamiento de los objetos de siempre De los dos paisajes se burla inteligentemen te Carelman en su colecci n de chismes avanzando ese paso m s que le faltaba alin vento decimon nico real para caer en el ri d culo Si de la bicicleta nacieron los sucesivos en gendros tandem triciclos con sombrilla bicis de pedales manuales Carelman a ade la gota de exceso y nos ofrece la bicicleta maravillosa para tr en las dos direcciones simult neamente No todo es chanza ni est n todos los que son al lado de la f bula easte una industria boyante que se toma muy en serio esta varie dad de objetos neur ticos y ofrece sus pro ductos sin iron a de ninguna clase Otros objetos parecen perpetrados por Pedros Pi capiedras de los a os cincuenta O por estos tipos realmente ingeniosos que conocemos todos y salen de apuros tecnol gicos ator nillando chismes dispares aluunnbrando ar refactos nuevos que adem s funcionan en2. la oferta inn mera de mue bles y objetos varios se defiende con un argumento tan sutilmente por lo flojo no por lo fino humanista como es la persona lizaci n basado en que la oferta infinita asegura la originalidad por hacer probabi l sticamente imposible la coincidencia de dos muebles iguales en casa distintas se deja observar una contradicci n de mucho bulto Si entendemos que la personalizaci n de un objeto es el fen meno transitivo seg n el cual la persona da y el objeto recibe en igualdad de condiciones de presi n y tempe ratura ser necesaria una virginidad previa del objeto en cuesti n o al menos una actitud benevolentemente receptiva por su parte a la vez que est garantizada la ca pacidad de donaci n del usuario de los atri butos que al fin y al cabo son el objeto de la dichosa personalizaci n Dicho de otra forma el usuario debe ser m s listo que su sill n seg n una m xima reputada como de mucho fundamento entre los domadores respecto de sus anima les La sinfon a de los juguetes Como ve amos antes los tiempos modernos mueven las cosas y las personas de otra manera Los muebles ya vienen con la lec ci n aprendida incluso salen algo contesto nes si los firma un dise ador de campani llas condenando al usuario al papel de espectador sordomudo cuando no a hacer el rid culo sentado en una silla much simo m s guapa que l Y en esta tesitura dificil se pone la tarea de p
3. A tenor de la exposici n de Objetos Imposibles de Carelman en Madrid El dise o m encanta oyes Carelman nos divierte ofreci ndonos un val logo imposible de m quinas elementa les sus objetos no suelen ser pasivos casi todos funcionan que parodian el album tecnol gico del siglo XIX y su man a por maquinizar hasta los gestos m s elementa les seg n aquel estricto Magisterio de Cos tumbres victoriano que no toleraba el con tacto directo con los objetos sin interponer un instivnento a adido junto a las reglas para manejarlo correctamente Este asco por tocar por la obscena relaci n en bruto junto a las otras dos grandes obse siones victorianas la extensi n hasta lo agobiante de modelos submodelos y va riantes del submodelo reflejados en la enor me variedad de vestidos para todas absolu tamente todas las ocasiones y estados de nimo incluyendo sus combinaciones infi nitas que se propon a a las damas a la mode y la segunda obsesi n el objeto mul tiuso al estilo de la navaja suiza del bast n asiento butac n de orejas de campa a ple gable con juego de t chino incorporado of course y el sinfin de chismes de que fue tan pr diga una sociedad que viajaba expan di ndose en sus colontas de ultramar mien tras buscaba mercados para las grandes producciones en serie originadas tras la reciente Revoluci n Industrial NOAA AAA AAA AAA por Lorenzo S nchez Seco Dise ador Tal para cual
4. el mejor estilo del h galo usted mismo zy 0d M EJE ei pon dde par de 15 y El A e Pai A EN dr m pp Tiao la daa Lie La rd la de la aran de via A a f REF 16 Ni ia piai 1i TEn kw i pisaa F dr ra n pal MEF nii HELAOETE AD ANTIPSTALS FIAS I TZS T Cura burti h e naaa b ki Ex rro Pain El dise o me mata El objeto de compa a se ha hecho necesa rio en una sociedad que ve m s conflictivo cada d a que pasa la relaci n interpersonal en directo Los muebles y cacharritos de nuestras casas son los compa eros m s cercanos despu s del fiel perro y el indiferente canario con la ventaja por su parte de ser completamente pasivos y brindarnos su muda camarader a a cambio solamente de haber tenido el gesto de colocarlos ah Funcionan ante todo a la vista aunque sirvan para algo en realidad esta utilidad no es el motivo prunordial que les da un puesto a nuestro lado Por encima de su raz n de ser f cilmente disculpable preva lece la de estar y otorgarnos sus cualidades de presencia seg n un mecanismo no muy alejado del que siente un indio por las plu mas que le adornan el cogote Deprisa deprisa Baudrillard afirma que el mejor objeto de una colecci n es el coleccionista mismo Ya sab amos de la man a emblem tica burgue sa por atesorar cualquier cosa incluidos los Luises de oro hasta extremos demenciales identificando la posesi n de la serte con una b
5. ersonalizar unos muebles que ostentan insultantemente m s personalidad que su due o al que le cost Dios y ayuda acabar las ltimas asignaturas de la carrera por no recordar los apuros en sacar adelante la hipoteca del piso Ese mueble junto a sus compa eros de horda dar n una imagen excelsa de yuppis mo feroz o de profesor de literatura ansiado por las Universidades de Verano o cual quier otro status dorado del momento La pugna mueble ususario no durar de masiado porque un momento despu s la moda impondr un nuevo dise o con tanta vehemencia como antipat a producir la presencia obsoleta del anterior La cadena debe proseguir y los objetos montan un escenario renovado al que asistimos como convidados de piedra necesarios apenas para justificar el tinglado Este tr y venir vertiginoso de cachivaches no deja tiempo para seducirlos Entran y salen con su soberbia independencia intacta No nos han permitido personalizarlos ni hacer nos la vaga ilusi n siquiera de que con el tiempo nace el cari o Sin embargo la influencia contraria s que funciona y vigorosamente Si alguien nos ve de lejos en una reuni n y quiere se alar nuestra presencia a su vecino dir mira aquel de las gafas tiene en su casa una cafetera de Mendini y ya est todo dicho
6. iedad tiene sentido contrario Est cla roque el individuo no quiere servir a la sociedad en cuanto puede se va lejos de ella y sta se empe a en su rol paternal de servir al individuo a trav s del infinito cat logo de de servicios y ofertas placenteras mostradas por la Publicidad Por debajo de la magn fica perspectiva a rea se mueve un ciudadano que teme una sociedad que sobrepasa su comprensi n y que carece de una Utop a que ofrecer La contradicci n entre un orden r gido repleto de se ales que advierten la inconve niencia de su transgresi n y la ausencia de la seguridad que c ndidamente se espera de l obliga a mantenerse en guardia cons tantemente No hay oportunidad para ha cer planes a largo plazo no se sabe qu puede pasar ma ana Por si acaso convie ne hacer un cursillo m s aquel master o perfeccionar el ingl s La adolescencia que ha sido seg n ley na tural la poca dedicada al aprendizaje amenaza ahora con prolongarse eterna mente en pos del ltimo esfuerzo para po nerse al d a El list n de la edad adulta en la que el hombre pasa de aprender a madurar lo que sabe y ponerlo al servicio de la socie dad cada vez queda m s lejos La renova ci n es permanentemente obligada la eter na juventud ya nose consigue pactando con el diablo basta ingresar en una multinacio nal para enterarse de lo que vale un peine Cada fen meno social aca rrea sus modas y estilos de vida imp
7. ienaventurada apacibilidad de esp ritu resultante de sentirse un peque o dios capaz de crear algo con vocaci n de perfecta tota lidad en un mundo ca tico y perfeciamente desordenado El cosmos en una vitrina al fondo de la biblioteca Ya no se lleva este af n de orden digestivo con el tic tac de fondo del reloj de pared No existe ya un Orden Social en el planeta digno de protegernos ni un futuro estable que ofrezca la seguridad suficiente para confiar le el tranquilo paso de los dias dejando al tiempo el trabajo de ritmar la vida como las estaciones miden las cosechas Porque esta es una de las grandes quiebras entre la Historia y este ltimo siglo Hasta hace dos dias pr cticamente los hechos su ced an a hechos parecidos y el hijo segu a al padre heredando el estuche de compases la caja de herramientas o el comedor de la casa patricia Pero este comedor aunque fuera de caoba y de un estilo a prueba de ca lendarios y que estaba ah cumpliendo la funci n de representar el orden moral de la casa nose puede exhibir hoy en dia sin ser el hazmerreir de la urbanizaci n Los muebles que envejec an junto a los abuelos viv an absorbiendo algo del alma de la casa mostr ndolos orgullosos en el morbo de la p tina y en las aristas melladas cada mella ten a su fecha y su ficha Enveje c an junto a sus due os marcados con su personalidad Eran muebles personaliza dos Ahora la relaci n entre el individuo y la soc
8. l citos con el reperto rio de objetos que son al fin la concreci n f sica de todo el conjunto La traducci n mate rial de las conductas Los objetos que nos acompa an ahora deben cumplir su tarea tan fugazmente como se suceden los cambios que sufre o disfruta su due o Su funci n primordial ya no es exactamente reflejar como un espejo la vida interior de su propie tario en su ant guo papel de coloquiante testigo de los ratos pasados en compa ia sino de proclamar a los extra os que les visitan a ellos y a su due o el standing de la casa y de crear entre todos la atm sfera que inducir al espectador a hacerse una idea lo m s exacta posible de qui n es y que hace su amo Cada objeto que se renueva en el escapara te de la tienda de moda trae ya consigo su manual de instrucciones su curriculum puesto antes de haber empezado a vivir como la pianola que pareciendo un piano abierto a nuestra voluntad y dominio nos traiciona con su rollo aprendido de ante mano para prescindir de nosotros Son objetos resabiados que se saben su papel Ah radica su virtud m s excelente y desable como saben hablar nos evitan ese fatigoso y caduco experimento que seg n dicen los viejos lleg a ser el arte de la conversaci n Son aut nomos indepen dientes impermeables y refractarios a no ser para otros muebles con los que cabe la posibilidad de que hagan regulares migas La mobilizaci n As las cosas si
Download Pdf Manuals
Related Search